martes, 3 de marzo de 2009

MYSELF

Una de las cosas inquietantes de la vida es la búsqueda permanente de sentido.
(Me pregunto si habrá quienes no experimentan este impulso, vital y a ratos intrascendente. Si tal vez existe un modo de ser, en el que las expectativas están por debajo de las tareas cotidianas.)
Ahora, "sentido" es una palabra sugestiva y provocadora (también de confusiones).
Sentido es lo que nombra la sensibilidad de nuestro sistema nervioso, los 5 (más correctamente los 6) sentidos.
Sentido lo encontramos en la calle cuando una flecha roja nos indica por donde seguir viaje.
Sentido es lo que hay detrás de una metáfora.
Sentido es un objetivo.
Sentido es la meta del que corre con un número en el pecho.
El sentido incluso tiene humor...
Pero cuando experimentamos el impulso a la búsqueda de sentido, pareciera que todo se vuelve incierto y, la flecha ya no indica, los sentidos se adormecen, la poesía no es suficiente y la risa se congela en nuestra cara.
¿Han visto esa mueca en la calle?
¿La han visto una mañana mirándose al espejo?
Entonces es cuando digo que eso del sentido es una cárcel que nos hemos construido.
Una prisión intelectual que pretende excusarnos ante la muerte.
Al menos ese tipo de sentido que se impone como un trazo definido.
Como un bono de trascendencia.
Como eso que hará que nuestra vida mínima no lo parezca tanto...

Yo,
voy por aquí y ahora.
Por sentir, sobre significar.
Por encontrar, más que por buscar, (a veces buscar no nos deja encontrar).
Por reír más que por llorar.
Eso sí que tiene sentido!

2 comentarios:

kami dijo...

totalmente de acuerdo....
A veces si se me olvida mi filosofía de vida... y caigo en la ansiedad, pero estos posts son excelentes recordatorios
Gracias por eso

cuerpodemujer dijo...

De nada, gracias por opinar.