domingo, 31 de mayo de 2015

LAS PALABRAS

A veces las canciones vuelven
y el tiempo parece un chiste 
y las palabras siguen resonando en busca de su significado.


"Las palabras son realmente hermosas, pero son limitadas.
Las palabras son muy masculinas, muy estructuradas. 
Pero la voz es el inframundo, la oscuridad,
donde no hay nada a que aferrarse.
Proviene de una parte de ti que solo conoce y expresa y es.
Tengo que habitar cada pedacito de la letra, 
o de lo contrario no puedo transmitir la canción,
serían solo palabras."
Jeff Buckey


sábado, 30 de mayo de 2015

PAUSA

Ir en contra de la fuerza de la costumbre 
es ir a favor de la propia esencia.





Wishes on a wheel
how's it supposed to feel?




viernes, 29 de mayo de 2015

LA RECURRENCIA DE LOS SENTIDOS

Varèse y Xenakis eran algunos de los compositores que se escuchaban en casa y fueron la banda sonora de mi infancia. Recuerdo muchas tardes infantiles, escondida bajo la mesa del comedor, en mi pequeño mundo imaginario, proyectando figuras espectrales al compás de Poema Electrónico de Varèse o imaginando batallones de cartas con Oresteïa de Xenakis. En esa época, la música contemporánea de mis padres, Alicia en al país de las maravillas, Las siete cabritas y el cuento más hermoso del mundo del que no recuerdo su nombre pero nunca olvidaré porque mi madre lo contaba de forma maravillosa... entonces se paraba la paloma y preguntaba, ¿qué hace el rey con su reina mora? y el hortelano le respondía, a veces canta y a veces llora... eran el alimento de mi imaginación. (En esta historia la paloma era una princesa encantada por una aguja clavada en su cabeza, la parte que más me gustaba)

Han pasado muchos años desde aquel tiempo y todas estas, historias, imágenes y sonidos vuelven a mi de muchas formas maravillosas, como las fotos de Abelardo Morell 


O el proyecto de Le Corbusier y Xenakis (porque Le Corbusier se acabronó con el pabellón Phillips, pero Xenakis hizo lo suyo)


O el trabajo de otro griego no griego Coti K

  
O la hermosa coreografía de un rial griego en homenaje a la más bacana de las bacanas 





miércoles, 27 de mayo de 2015

no existen las historias sencillas

Existen las historias que duelen, 
como cuando te golpeas el dedo chico del pie con la pata de la cama, 
la del perro vagabundo con un chicle en su pelaje,
la del beso de dos ancianos cuando se despiden en la calle y caminan en sentido contrario,
la del niño al que le pegan en la calle y te mira con vergüenza,
el momento en que tu padre ya no sabe quién eres,
o cuando la afp te manda la proyección de tu jubilación.

Y existen las historias de pura alegría,
como la de la marraqueta con huevo de la mañana entre dos,
esa cuando vas al doctor y no era nada,
la del matrimonio de la verdulería levantando la cortina con una gran sonrisa,
cuando el garzon te pregunta ¿lo de siempre?,
cuando llega la primavera y con ella el sol y las flores,
o, la mejor, esa cuando entras al mar y las olas te golpean.

También están las historias neutras, esas que no consideramos por insignificantes
pero que tienen todo el potencial de convertirse en grandes historias, 
como una caminata rápida por la calle,
la camioneta roja esperando estacionarse,
el pago metódico de las cuentas por internet,
la llamada perdida en el celular que no devolviste,
la sonrisa con el hombre del ascensor,
o cuando te quedas en blanco entrando a la cocina sin saber a qué ibas. 

Pero de todas las historias, 
las que más me gustan son las con banda sonora,
cuando bailo pass this on y debaser en la mañana antes de salir,
cuando camino a dar clases de yoga escuchando don't stop me now,
cuando mis alumnos de la u dan prueba mientras suena makes me wanna die,
cuando mi padre toca en el piano mi canción,
cuando canto a gritos en la roja under pressure y el taxista del lado se ríe,
cuando antes de dormir suena en mi mente let it die.









martes, 26 de mayo de 2015

throughout the body - happiness & love

The discernible sensation patterns associated with each emotion correspond well with the major changes in physiological functions associated with different emotions. Most basic emotions were associated with sensations of elevated activity in the upper chest area, likely corresponding to changes in breathing and heart rate. Similarly, sensations in the head area were shared across all emotions, reflecting probably both physiological changes in the facial area (i.e., facial musculature activation, skin temperature, lacrimation) as well as the felt changes in the contents of mind triggered by the emotional events. Sensations in the upper limbs were most prominent in approach-oriented emotions, anger and happiness, whereas sensations of decreased limb activity were a defining feature of sadness. Sensations in the digestive system and around the throat region were mainly found in disgust. In contrast with all of the other emotions, happiness was associated with enhanced sensations all over the body.

(artículo completo pinchando aquí arriba)



lunes, 25 de mayo de 2015

sábado, 23 de mayo de 2015

viernes, 22 de mayo de 2015

¿Maqui o Hielito?



Maqui vivía en Vaticano Chico cuando llegué. Siempre solitario, lleno de heridas y hambriento. Poco a poco nos fuimos queriendo, incluso Cala lo quiere ahora. Cuando vuelvo a casa llega corriendo desde el techo a recibirme, entonces lo tomo en brazos y subimos los cuatro pisos abrazados. Desde que nos queremos, yo le doy comida, va a su doctor de gatos y a veces entra a casa y pasa la tarde en algún sillón. Él me acompaña, me lengüetea y me habla en su idioma de gato con bellas palabras.

Hoy, luego de nuestra rutina habitual, mientras le hacía cariño, me encontré con una de mis vecinas que me vino a contar que en las noches estaba durmiendo con ella. Me alegré porque desde que llegó Kiku (la gata de mi roommate) Maqui ya no duerme adentro porque Kiku es buena para los combos (Cala en ocaciones salva su vida por poco). Hablamos un rato y luego ella me dijo algo que me dejó pensando e inspiró a escribir este post. Más bien dos cosas:

Primero, me dijo que su hija le decía a Maqui "Hielito" y me quedé pensando... pero entonces Maqui no es solo Maqui... y lo miré para ver si tenía cara de Hielito y en verdad tenía un poco. También me pareció que Hielito era un gran nombre para un gato, y me sentí algo envidiosa de que no se me hubiera ocurrido a mi ese nombre. (Maqui se llama Maqui porque tiene la boca negra, como cuando yo pequeña comía Maqui donde mi abuela). Bueno la cosa es que me quedé pensando en eso de que Maqui no es solo Maqui y de que en su vida de gato tiene otros nombres y otros amores, y eso me hizo quererlo más.

Segundo, y luego de más conversación mi vecina me dijo: "A mi me encanta que duerma conmigo pero yo no quiero hacerme cargo de nadie." Y esa frase me quedó dando vueltas mucho rato, ¿porque qué es hacerse cargo de alguien u otro? Pensé, bueno, yo le doy comida, lo llevo a su doc, me preocupo cuando se enferma, le curo sus heridas de guerra, su alergia (porque es alérgico y se rasca hasta sacarse pedazos) le hice una camita afuera, le doy agua fresca todos los días, lo acaricio, le hablo, y todas esas cosas que me encanta hacer porque él es un tierno, porque me provoca felicidad hacerlo.

Cuando se acabó la conversación la vecina siguió su camino y llamó a Hielito varias veces, yo le dije "anda a costarte donde la vecina" pero Maqui se quedó conmigo. Me quedé pensando, ¿por qué se queda?... y después de un rato pensé que tal vez él en su mundo de gato también entiende la diferencia entre amor y necesidad.

El amor, ese sentimientopensamientotemblordoloralegria que nos hace ver y considerar a otro, que nos hace darle un espacio en nuestra vida, un tiempo, atención, que nos impulsa a darle felicidad a otro, porque le amamos y porque amar es una sensación genial. Ese amor es libre, porque elegimos estar ahí y porque ningún otro es de nuestra propiedad, sino que también elige amarnos (bueno, a veces, a veces amamos y no nos aman de vuelta o no nos aman de vuelta como quisiéramos ser amados y esa es la putada del amor).

La necesidaden cambio, es esa búsqueda de autosatisfacción que nos lleva la mayoría de las veces a utilizar a otros para obtener algo. Entonces damos un espacio, tiempo y atención a otro pero a cambio de lo que tendremos de vuelta. Y así damos con cuentagotas el amor como dice Charly, porque en verdad no vemos al otro sino nuestro ombligo todo el tiempo.

La vecina siguió llamando a Hielito, pero Maqui se quedó conmigo, mirándome con su carita de gato y su boquita negra y durante un rato disfrutamos en silencio de este amor gatunohumano, porque a la larga preferimos el amor no?



Dejé tu imágen en el cajón... guardé tu alma en el mellotrón
no quiero más que me des con cuentagotas tu amor....






miércoles, 20 de mayo de 2015

lunes, 18 de mayo de 2015

Beauty











When I Grow Up

Mirando hacia atrás 
me alegro de que dos cuando crezca que pensé en mi infancia
no se cumplieron:
Ser monja.
Trabajar en una oficina con muchos timbres y papeles que firmar.


Recuerdo horas invertidas elucubrando rudimentariamente acerca del futuro. 
Porque cuando se es niño los adultos insisten en sembrar esa ansia de llegar a ser, cuando ser es lo único posible.
Y luego nos pasamos gran parte de nuestra vida pensando, imaginando, sufriendo, deseando, temiendo por lo que llegaremos (o no) a ser cuando más grandes, cuando más viejos.
Cuánta vida presente perdida pensando en una vida que probablemente nunca ocurrirá como creemos.
Porque la vida es vida y los sueños sueños son como casi dice mi amigo Calderón.




viernes, 15 de mayo de 2015

Nothing has changed, but nothing's the same

Sabe usted lo que es un otro?
Teme usted lo que es un otro?
Sueña usted con un otro?
Siente, usted, propiedad sobre el otro?
Sabe usted quién es el otro?
Teme que el otro no sepa lo que es, usted?
Sueña que el otro sueña también, usted?
Siente, con propiedad, al otro, usted?
Teme lo que el otro teme, usted?

¿Que le dice una existencia a otra existencia 
cuando hablan?
cuando se miran?
cuando se tocan por dentro?





miércoles, 13 de mayo de 2015

WHIPLASH

Después de mucho, 
tener una tarde libre gracias al azar 
y en el momento apropiado.
Caminar por Santiago rojo, 
entre el furor de los que corren a ninguna parte, 
que van cuando en verdad están escapando.
Mirar, y como látigos las imágenes reclamando mi regreso.
Escuchar, y como notas destempladas sonando por dentro mis pensamientos.
Caminar por Santiago negro,
todo parece estar allí nuevamente, 
en el lugar de siempre, 
entonces,
estoy de regreso, 
o al menos eso intento.



domingo, 10 de mayo de 2015

PRESENCIA

tu voz
en este no poder salirse las cosas
de mi mirada
ellas me desposeen
hacen de mi un barco sobre un río de piedras
si no es tu voz
lluvia sola en mi silencio de fiebres
tú me desatas los ojos
y por favor
que me hables
siempre

A. Pizarnik



viernes, 8 de mayo de 2015

ESTA ES PARA TI

Escuchar una canción, imaginar, pensar en todo lo que dejamos atrás, en todo lo que se desvanece poco a poco y comienza a mutar en nuestra mente. A veces los recuerdos son esquivos, informes, son reemplazados por ensoñaciones y, sin darnos cuenta, transformados en imágenes que nos ayudan continuar con nuestras vidas. Otorgamos a los recuerdos el valor de haber forjado nuestra identidad en el pasado pero en verdad todo lo que en nuestra mente habita hoy es el hoy simplemente.

Hace poco leí un artículo, que hablaba de un estudio del Reino Unido (porque ahora le lleva el estudio pa' hablar de todo), donde se demostró que el cerebro debe olvidar para recordar. Esto es, la evocación repetida de un recuerdo nos hace olvidar otros recuerdos o detalles del que intentamos conservar, modificando el evento original.

Cuantas veces al día me encuentro evocando, evocando, evocando un recuerdo que quiero conservar y, si lo miramos desde la perspectiva del estudio, entonces recordar deja de ser un trozo de pasado, convirtiéndose en un recrear constante del presente mental. De esta forma hacemos de nuestros recuerdos, el lente con que miramos todo lo de hoy y sin darnos cuenta creemos que vemos la realidad tal cual es, cuando en verdad vemos lo que es con los infinitos filtros que hemos decidido poner ante nuestros ojos.

Creo que a veces estamos ciegos de tantos filtros, sin poder ver lo que realmente se encuentra delante de nuestros ojos. 
No vemos la vida crepitando en el cemento de la calle.
No vemos la sabiduría del silencioso.
No vemos las intensiones detrás de las palabras y de las acciones.
No vemos que hay algo más que aquello que podemos tocar.
No vemos que la furia a veces esconde tristeza o soledad.
No vemos tantas cosas que a veces nos reclaman a gritos su atención.



miércoles, 6 de mayo de 2015

El cotidiano ¿me mata?

Volveré a las historias esas que fluyen no más. Estos días pienso mucho en la muerte, no en la mía pero en la de algunos que amo. Personas que viven su día a día pero que viejas, cansadas y gastadas esperan con pasmo la muerte.

Lo ridículo de este pensamiento es que en verdad yo podría morir ahora, mientras escribo esto, de un paro cardíaco, atorada con las flores de Bach que me tengo que tomar más rato o asfixiada por mi gata que le ha dado por dormir encima mío. 

Por qué si sabemos esto dejamos que el cotidiano nos mate antes de tiempo? Porque incluso en la repetición hay descubrimiento, placer. Porque en lo trivial hay poesía, sino pregúntenle a Parra o a Duchamp (en este caso tendría que ser con la ouija).

Tan pocas veces nos dedicamos a auscultar el misterio que impregna lo cotidiano. A sintonizar con la sustancia silenciosa de lo doméstico. Y esto me lleva a pensar en mi infancia, donde viví la muerte de lo cotidiano con tanta intensidad como el misterioso placer de las rutinas.

Recuerdo tardes oscuras, lentas, de esas donde el tic tac del reloj parecía trepanarme el cerebro. Esa sensación del cotidiano aplastándome, la sensación de no tener horizonte donde mirar, ni ruta para viajar o destino donde llegar. Parada (o sentada) esperando que algo me tocara por dentro.

Recuerdo días y noches agitadas, luminosas, llenas de cosas, llenas de experiencias, sensaciones, preguntas, esos días en que el tiempo no existe o si existe no importa. Días y noches donde la experiencia de estar vivo no cabe en tu cuerpo, no se explica con palabras, no sabe de dudas. 

Quizá lo único diferente de ambas experiencias es que en la segunda yo habitaba el mundo, junto a las cosas y a los otros, expuesta a lo por venir. En la primera todo era yo y ensimismada miraba sin ver mis propias ruinas.









lunes, 4 de mayo de 2015

NO ME GUSTA LA MUERTE

No me gusta la muerte, pero a ella no le importa.
Cada tanto me ronda sin hacer ruido.
La he visto en el rostro impávido de mis muertos.
En la agonía de mis enfermos.
Pero también la he visto en mis ojos cuando me pierdo.
Se que vendrá pronto,
y no quiero.
No quiero aunque he leído un montón El Pato y la Muerte.