lunes, 18 de mayo de 2015

When I Grow Up

Mirando hacia atrás 
me alegro de que dos cuando crezca que pensé en mi infancia
no se cumplieron:
Ser monja.
Trabajar en una oficina con muchos timbres y papeles que firmar.


Recuerdo horas invertidas elucubrando rudimentariamente acerca del futuro. 
Porque cuando se es niño los adultos insisten en sembrar esa ansia de llegar a ser, cuando ser es lo único posible.
Y luego nos pasamos gran parte de nuestra vida pensando, imaginando, sufriendo, deseando, temiendo por lo que llegaremos (o no) a ser cuando más grandes, cuando más viejos.
Cuánta vida presente perdida pensando en una vida que probablemente nunca ocurrirá como creemos.
Porque la vida es vida y los sueños sueños son como casi dice mi amigo Calderón.




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