miércoles, 28 de abril de 2010

PERSONAL VELOCITY

El tema del tiempo,
hoy en día,
pareciera ser sólo un tema de falta de tiempo.

Todos los días,
en alguna conversación de la que participo,
se deslizan frases como,

"es que no tengo tiempo"

"el tiempo no me alcanza"

Como si el tiempo pudiera cogerse entre las manos,
como si fuera una moneda de cambio.

"Time is money" dicen los gringos,
pero en verdad no lo es.

No hay que engañarse.

Ni creer que incluso nuestro tiempo
le pertenece más a otro que a nosotros mismos.

Porque al fin y al cabo el tiempo corre,
o camina,
o se detiene,
más allá de cualquier voluntad o deseo,
sin que podamos controlar, si quiera,
una parte de él en nuestros relojes y agendas.

Desde hace un tiempo,
no podría precisar si corto o largo,
me doy cuenta de que salir del lugar común
de la falta de tiempo
no es tan difícil.

A veces basta con girar una esquina antes,
con cambiar de planes,
con hacer simplemente algo, o nada,
o hacer muchas cosas,
porque se quiere,
porque dan ganas,
porque a pesar de nuestros enormes esfuerzos
se vive más allá (o acá) de ellos.

Entonces la pregunta no es cuánto tiempo
ni dónde lo consigo...

En vez de preguntar,
mejor
detenerse y buscar una velocidad personal.






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