martes, 17 de septiembre de 2013

LA VIDA


En mi cuerpo habitan voces, pequeños seres que se agitan y corren.
Voces como latidos, como pasos, como risas que recorren sinuosos senderos.
Risas como naranjas, como encuentros fugaces, como nidos de pajaritos.
Pasos como miradas, como saltos al vacío, como amores de cantina.

En mi cuerpo habitan voces, las tuyas y las mías.
Y habitan todas esas palabras escritas.



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