domingo, 18 de abril de 2010

HUACHO

Huacho, domingo 7, hijo ilegítimo, huérfano, solito, abandonado por sus padres... la historia de tantos en Chile. ¿Quién no tiene un huacho en su familia? Un tío o tía, unos hermanos, unos primos, de esos que se sabe en silencio. Como si fuera posible borrarlos tan sólo con el silencio, con el no nombrarlos.

Ser huacho en Chile sigue siendo un estigma que, si consideramos la realidad actual, aparece como absurdo y extemporáneo. Ser huacho no es sólo una condición mediada por la ley. Ser huacho es una condición que se escapa a los límites de la familia, de la genealogía. Ser huacho hoy es parte de nuestra naturaleza, de nuestro temperamento. A veces, incluso, se experimenta como un sentimiento de esos que nos acompañan a todas.

Hoy vi, Huacho, la película de Alejandro Fernandez y me maravillé con sus ojos, con el modo en que nos abre una ventana, pequeña, a lo más íntimo de una familia campesina chilena. Así sin preciosismos, sin esa insoportable manía de algunos directores de hacernos parecer "linda" la necesidad económica; por el contrario, mostrando la dignidad de unas vidas que, igual que las nuestras, buscan un sentido a sus cotidianidades. Ni dónde viven, ni lo que hacen, o dicen, los hace representativos de eso que decimos, a veces, es el mundo popular. Al seguir estas cuatro historias vemos personas que sólo son, así simplemente, sin juicios, sin recriminaciones, personas que sólo intentan ser parte de algo, parchando los hoyos, tapando las fisuras, rellenando los espacios vacíos.

Ni más auténticos, ni menos cínicos... huachos como todos no más!

Pd: me acordé cuando era chica y se cortaba la luz en mi casa de miguel claro... mi mamá iba a ver los tapones y los arreglaba con un alambrito de cobre... pura magia!

2 comentarios:

MEFISTO dijo...

Huacho es una película dulcemente melancólica, y Huacho somos todos, me recuerdo que la presentamos en Angol, y las personas que provienen de sectores rurales, decían que se veían reflejadas en esa película, en cosas tan comunes como verder quesillos o que te vendan un cd pirata de los charros de lumaco...

saludos a CALA

@dmperez21 dijo...

Huacho somos todos y cada uno.
Esperando oportunidades que demoran o que no llegan, anhelando que el día venga, aunque sea sólo rutina con algo de variedad. Es un montón de recuerdos relatados sobre una mesa y escuchado por generaciones. Es saber esperar. Es saber entregarse. Es saber dar. Es saber ser incondicional.

También me trajo muchos recuerdos, de antaño y de hace poco.

Gracias Syb!