lunes, 2 de febrero de 2009

MYSELF

Un día de furia no es suficiente.
Porque habitar la furia requiere más que la carne,
requiere sangre, nos pide un pulso, un latido inexacto.
Un día de furia no es indulgente,
llega y se instala para quedarse,
pero sonreímos, ingenuos de su silencioso tejido,
sonreímos esperando que la sonrisa sea suficiente,
para que se vaya, para que desaparezca la furia
detrás de nuestros dientes.
Pero la furia sigue allí, aquí, dentro, al rededor, en todas partes.






2 comentarios:

Diego Divagando dijo...

Es buena esa peli. Es algo que puede pasar perfectamente en cualquier lado estando las cosas como están.

A mí me gusta esta otra escena... la de Whammy Burger. Es genial.

http://www.youtube.com/watch?v=XkwQ6EjLdMQ

cuerpodemujer dijo...

Sí es buenísima.
Esta película me impresionó mucho cuando la vi por primera vez.
La furia y la desesperanza juntas.
Una frontera cercana en estos tiempos.