Un día de furia no es suficiente.
Porque habitar la furia requiere más que la carne,
requiere sangre, nos pide un pulso, un latido inexacto.
Un día de furia no es indulgente,
llega y se instala para quedarse,
pero sonreímos, ingenuos de su silencioso tejido,
sonreímos esperando que la sonrisa sea suficiente,
para que se vaya, para que desaparezca la furia
detrás de nuestros dientes.
Pero la furia sigue allí, aquí, dentro, al rededor, en todas partes.
La última filóloga
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Élida Lois tenía una voz incomparable: con la misma gravedad de la de Olga
Orozco, pero sin los rastros de tabaco y alcohol que la poeta necesitó para
es...
Hace 19 horas
2 comentarios:
Es buena esa peli. Es algo que puede pasar perfectamente en cualquier lado estando las cosas como están.
A mí me gusta esta otra escena... la de Whammy Burger. Es genial.
http://www.youtube.com/watch?v=XkwQ6EjLdMQ
Sí es buenísima.
Esta película me impresionó mucho cuando la vi por primera vez.
La furia y la desesperanza juntas.
Una frontera cercana en estos tiempos.
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