viernes, 6 de febrero de 2009

MYSELF

Entre ayer y hoy vi una maratón de películas animadas de Disney.
Blancanieves, la ceniciencta, rapunzel...
Que decepción ver que eso que recordamos como parte de la magia de la infancia, son sólo dueñas de casa que, mientras trapean el piso y cantan, sueñan con un gentil
joven que las venga a rescatar.
Me pregunto cuántas de mis neuronas del amor estarán dañadas a causa de esto.